Un bombillo, también llamado «tambor», «bombín» o cilindro, es una pieza normalmente de latón, que en el interior lleva un sistema compuesto de unas piezas pequeñas cilíndricas que al alinearse cuando se introduce la llave deja girar y acciona la cerradura mediante una leva.
Este sería un bombillo con una combinación de serreta, algo bastante sencillo. Hoy en día, son las cerradura más fáciles de abrir, sobretodo por el método «bumping».
El método «bumping» consiste en introducir una llave pre-fresada a una cierta altura y mediante unos golpes consigue alienar la línea de apertura y abrir la cerradura. En este caso no vamos a dar muchos detalles.
Lo que debe saber es que si tiene un bombillo similar al de la foto superior está expuesto a que le entren, y solo se requiere de pocos segundos.
La solución a esto es cambiarlo por un bombillo de alta seguridad. Un buen bombillo debe llevar las siguientes características:
– Sistema anti-bumping. Una combinación especialmente estudiada y compuesta por pines fresados y colocados de un modo determinado para impedir el «bumping».
– Sistema de refuerzo. En la base del cilindro, normalmente se incorpora una barra o láminas de acero que hacen más complicada la rotura del mismo.
– Leva anti-extracción. Leva especial, ya sea de 2 o 3 partes que refuerza cada uno de los rotores, convirtiendo el bombillo en un bloque y haciendo más complicado partir el bombillo o extraer el rotor exterior.
– Sistema anti-taladro. La composición normal de los bombillos suelen ser de latón. Algunos incorporan el primer pin de acero, pero el resto son de latón. Un buen sistema anti-taladro es aquel en el que todos los pines son de acero, y además llevan un protector antes del primer pin.